Disfrute de una ubicación tranquila entre los lagos de Sils y Silvaplana. Moverse desde este alojamiento situado en la periferia del pueblo es muy fácil. El centro de Sils im Engadin y los remontes para subir a la estación de esquí Furtschellas están a la misma distancia y se puede caminar perfectamente a ellas. En invierno se ofrece un extenso programa de actividades deportivas. Y en verano, este paraje se abre en toda su plenitud con numerosos caminos para hacer senderismo.

Construido en un rústico estilo de Engadin, el Hotel Chesa Grischa destaca por un ambiente desenfadado e informal. En las bonitas habitaciones predomina el mobiliario de madera. Pruebe platos de la cocina típica regional y el excelente vino en el restaurante. Seguro que tiene suerte y encuentra sitio junto al fuego.